Emocionante
El acontecimiento más importante de esta semana ha sido poder ver como latía el corazón de una criaturita de treinta y tres milímetros.
Ha sido la primera vez en mi vida que asistía a una experiencia de estas.
No me podía creer que a una "cosilla" tan pequeña ya se le distinguieran perfectamente las extremidades. Y no paraba de moverlas!
Pena que no pudimos matar la curiosidad de si era pequeño o pequeña, todavía es prontísimo para saberlo.
Cuando lo estaba viendo me acordé de mi hermana y de los dos enanos, que ya no son tan enanos. Tuve una poca pena de no poder haber estado con ella en momentos igual a este.
En fin... lo importante de todo esto es que la mami se quedó tranquila y vio que estaba todo bien.
Finde
Este fin de semana hemos tenido convidados! Todos los que vienen se van diciendo que han estado poco tiempo :o)
Tiempo
Otra semana que se esfuma.
Queremos que llegue el fin de la tarde para salir del trabajo, el fin de semana, el fin de mes,...
El tiempo vuela y cuando nos paramos a pensar un poco, vemos que los años han pasado.
Está todo tan diferente! Ahora que vuelvo a tener más contacto con mis amigas de infancia siento nostalgia de aquellas tardes enteras que pasábamos juntas. Siempre había alguna conversación para estar entretenidas.
Estaba la deprimida por el que pensaba que era "el amor de su vida"; la más madura; la consejera, o mejor, consejeras, porque allí todas opinábamos sobre todo; la que siempre llegaba tarde; la que tenía unas resacas malísimas; la que tenía problemas con los padres por estar todo el día en la calle; la que no se preocupaba con nada,...
Los fines de semana eran mortales; salíamos al medio día, por las tardes al café y por las noches hasta las tantas. No sé como eramos capaces de aguantar tanto.
Ahora los únicos momentos en los que coincidímos todas (casi todas) es en las bodas, hasta me cuesta creerlo!
Me siento orgullosa de poder volver a estar con ellas como si el tiempo no hubiera pasado, pena que sean muy pocas las veces que nos vemos.
Son muy buenos recuerdos que siempre florecen cuando volvemos a reencontrarnos.
